Parajes perdidos
Caminar en soledad hasta un lugar lejano. Llegar ahí.
Darte cuenta que has entrado en un camino.
Llegar a un lugar por medio del acto de ver.
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Observando atentamente cada pieza,
puedo reconocer algunas formas, abstractas o no;
aprecio una exquisita gama de colores, una paleta juguetona;
percibo una investigación latente entre planos de composición,
primer plano, segundo…tercero. Dejo que se me narre una historia.
Querer razonar lo intuitivo, es lo que sigue después del primer brochazo de pintura; y empieza la batalla… la danza, el dialogo entre la persona que crea y el objeto creado. Se podría mejor decir que, así se va amasando un cuadro.
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Pero después de todo esto, me sitúo en un lugar, he encontrado mi paraje. Parajes perdidos es ese sitio que se habita regularmente al estar frente a una obra de arte. Un viaje que empieza por la contemplación y que termina en el interior propio.
Ponerle nombre al motor que existe detrás del acto de crear, es imposible para mí hasta ahora. Son muchos, es personal, a veces no hay nada. Pero aquí, hay una pintora que a través de la
búsqueda practica la libertad. Una gran caminante que va de paraje en paraje, explorando, reposando, y abriéndose ante nosotros por medio de su obra.
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Oslyn Whizar Toscano